El aceite de oliva virgen extra es un alimento excepcional de nuestra gastronomía y de la dieta mediterránea. Pero a medida que pasa el tiempo, el producto va perdiendo propiedades como es lógico. Para evitar y/o retrasar este proceso, en este artículo te vamos a contar cómo conservar el aceite de oliva virgen extra.
Conservar en lugares frescos y secos: en primer lugar, hay que conservar el aceite en lugares secos y frescos, es decir, en el caso de que guardéis el aceite en algún armario de casa, aseguraos que es un lugar al que no le llega excesivo calor ni, por supuesto, humedad. Esta preservación es muy importante para evitar que el aceite pierda su textura original.
Evitar el contacto con la luz: la luz también es un factor que deteriora el aceite, haciendo que pierda propiedades. Por este motivo, lo ideal es guardar los envases en lugares donde no les de la luz solar. Además, el hecho de que el envase sea opaco o de un vidrio grueso y oscuro ayudará a la preservación del producto.
Mantener el envase cerrado: este hecho es clave para evitar la oxidación del aceite. El oxígeno presente en el aire provoca la oxidación o enranciamiento del aceite y es por ello por lo que los recipientes se mantienen cerrados herméticamente. Por lo tanto, cada vez que abráis el envase, tardar lo menos posible en volver a cerrarlo es lo más aconsejable.
Poner atención a la fecha de consumo: otro aspecto a tener en cuenta es que a pesar de que el aceite de oliva virgen extra no tiene caducidad, sí tiene fecha de consumo y es recomendable fijarse en dicha fecha para consumir el aceite con todas sus propiedades intactas.
Alejar el aceite de olores fuertes: finalmente, otro consejo sobre cómo conservar el aceite de oliva virgen extra es mantenerlo alejado de fuertes olores, porque las propiedades del aceite hacen que absorba con facilidad olores externos.
Estos 5 consejos sobre cómo conservar el aceite de oliva virgen extra son muy sencillos de aplicar y harán que tu AOVE mantenga una calidad extraordinaria.