2023 supuso una campaña complicada para el aceite de oliva virgen extra, con un fuerte descenso de la producción. Este año los niveles de producción seguirán siendo similares, en torno a un 40% de la producción de una campaña normal. Sin embargo, la calidad, principalmente la de los AOVEs elaborados al comienzo de la campaña, sí ha aumentado respecto al año anterior.
En este momento, a comienzos de año, las heladas han pasado factura y se está cuidando la selección de las aceitunas de mayor calidad con el fin de obtener un AOVE de buena calidad.
En cuanto a la temporalidad de la cosecha, se considera que a mediados de febrero se habrá terminado en la mayoría de las almazaras, salvo en aquellas zonas donde predomina la variedad hojiblanca, que es más tardía, donde el final de la cosecha se retrasará hasta el mes de marzo.
Como se puede observar, la recuperación de la producción para alcanzar niveles normales no va a llegar este 2024, pero podemos estar tranquilos en cuanto a la calidad de los aceites de oliva virgen extra, que será muy alta en la región del Poniente de Granada.