Todos estamos familiarizados con el término AOVE, dentro del aceite de oliva es aquél de mayor calidad, pero detrás de este término hay mucho más y en este artículo lo vamos a descubrir.
Si comenzamos por el principio, hay que decir que la palabra AOVE es un acrónimo de Aceite de Oliva Virgen Extra. Este término se ha ido popularizando en los últimos años hasta el punto de que hoy en día casi todo el mundo sabe lo que significa. Pero, ¿todos sabéis lo que hay detrás de esta denominación?
AOVE implica que el aceite debe ser de una calidad excepcional y no presentar ningún defecto en materias como su sabor o aroma. La acidez presente en este aceite no debe superar 0,8º y, además, serán los expertos los que determinen que dicho oro líquido es digno de recibir el privilegio de considerarse AOVE.
Respecto a su procedencia, a la materia prima que se emplea para obtenerlo, no es exclusiva de una única variedad de aceituna, sino que son varios tipos los que se emplean en la obtención del AOVE, como es el caso de las variedades Picual, Hojiblanca, Arbequina...
Una vez que se han recolectado estas aceitunas mencionadas anteriormente, serán clave algunas condiciones como que pasen el menor tiempo posible en la almazara, se controle la temperatura de los procesos de obtención del aceite o emplear procesos mecánicos.
Tras este viaje desde el árbol hasta el embotellado, todos los que consumimos AOVE disfrutamos de su sabor, su aroma, su color y... sus beneficios para la salud. Podríamos contaros más en detalle cuáles son estos beneficios, pero para ello tenéis otro artículo que publicamos hace unos meses y que podéis descubrir AQUÍ.